Cuando alguien quiere emprender, su principal objetivo es obtener beneficios a través de una idea de negocio factible y rentable. Cuantas menos deudas hay, menos gastos hay que afrontar y justificar, especialmente cuando queremos llamar la atención de inversores potenciales.

Sin embargo, siempre existen excepciones. Vender una empresa con deudas puede ser un desafío, pero no es imposible. Muchos propietarios de empresas se enfrentan a la realidad de que su empresa tiene deudas y están considerando la venta. Afortunadamente, existen estrategias para vender una empresa con deudas y maximizar el valor de la venta.

¿Tener deudas hace imposible la venta de una empresa?

En primer lugar, es importante entender que las deudas de una empresa no descalifican automáticamente a la empresa para la venta. Muchas empresas tienen deudas y siguen siendo viables y atractivas para los compradores potenciales. En muchos casos, una empresa puede tener deudas porque ha invertido en su crecimiento, ha enfrentado circunstancias imprevistas, como la pandemia de COVID-19, no dispone de un plan de marketing operativo o simplemente o conoce el sector.

Sin embargo, antes de la venta, es importante tener en cuenta algunas consideraciones clave. En primer lugar, el propietario de la empresa debe comprender la cantidad y el tipo de deudas que tiene la empresa y cómo afectarán a la venta. Las deudas pueden incluir préstamos bancarios, facturas de proveedores, deudas fiscales y otros pasivos. Es fundamental tener un buen conocimiento de la situación financiera de la empresa para poder determinar su valor y establecer un precio justo para la venta.

¿Cómo vender una empresa con deudas?

Una vez que se comprenda la situación de deuda, hay varias estrategias que se pueden utilizar para vender la empresa.

• La primera opción es pagar todas las deudas antes de la venta. Si el propietario de la empresa tiene los recursos suficientes para abonar las deudas, esto puede ser una opción viable. Al pagar todas las deudas, la empresa se convierte en un activo limpio y puede ser vendida por su valor real.

• Otra opción es vender la empresa con las deudas incluidas en el precio de venta. Esto significa que el comprador asumirá la responsabilidad de las mismas después de la compra. En este caso, el valor de la empresa se reducirá en la cantidad de las deudas. El comprador también puede negociar con los acreedores de la empresa para renegociar las deudas a un interés más bajo.

• También se puede considerar la reestructuración de la empresa antes de la venta. La reestructuración puede implicar la consolidación de deudas, la reducción de gastos y la venta de activos no esenciales. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de deudas que se deben pagar y aumentar el valor de la empresa.

Es importante recordar que el comprador de la empresa conoce la situación de deuda antes de la compra. Por lo tanto, es importante ser honesto sobre la situación de la empresa y proporcionar toda la información relevante a los compradores potenciales. Esto puede ayudar a construir la confianza y aumentar las posibilidades de una venta exitosa.

En definitiva, vender una empresa con deudas puede ser un desafío, pero no es imposible. En GyV Asesores estamos especializados en llevar a cabo este tipo de operaciones. ¡Contacta con nosotros y te ayudaremos durante todo el proceso!

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